Hace apenas dos días celebramos la 7ª edición de los 8 Sillones, siete años ya de Sillones. Siete años que nos han llevado desde una pequeña sala con ocho sillones de piel al auditorio del Museo Naval de Madrid. Es un periplo largo que muchos de vosotros conocéis perfectamente y en cierta manera apasionante; es la demostración que con persistencia, trabajo y voluntad se puede llegar a cualquier sitio.
Y digo persistencia, trabajo y voluntad, no solo míos sino de todos aquellos – que son ya muchísimos – que han colaborado en todas y cada una de las ediciones, desde la primera hasta la última.
La presente edición ha sido especial, no se le escapa a nadie. Los 8 Sillones han saltado al campo de las instituciones y han sido reconocidos como un evento modelístico de primer orden. Creo que tiene una importancia insospechada los acontecimientos de este fin de semana: el hecho fundamental es que se ha producido un contacto íntimo entre la difusa comunidad modelistica formada en torno a los foros y el Museo Naval de Madrid y la Armada. Y por un lado es una culminación de un proyecto y por otra el inicio de otro.
Considerando la edición de este año con mirada crítica, como todos los años, se me suscitan una serie de reflexiones:
Primero el análisis de los modelos mejor clasificados. El ganador es irreprochable. Un modelo soberbio, - ha ganado con la mayor diferencia de votos nunca dada -, llamará la atención expuesto en el Museo aun al lado de las maravillas que encierra. Pero aparte de ello hay otro motivo de reflexión: ha predominado la escuela anglosajona sobre la francesa; la Pandora de Amalio Sánchez es un modelo de factura y estilo a la anglosajona totalmente alejado de los parámetros estéticos franceses que hasta ahora parecían apabullar todo el modelismo de alto nivel español, creo que se inicia una fase en la que vamos a mirar mas a los ingleses y americanos que a Francia.
En segundo lugar, los otros dos segundo y tercero clasificados, tienen una cosa en común: se ha premiado a dos obras monumentales, lentas, calladas y fastuosas: el diorama de Curro y el proyecto de estudio sobre el Galeón de 16 Codos de Cayetano y Cia. Estas dos obras son representativas del estado del modelismo español que, en mi opinión, es muy bueno. Puede chocar esta afirmación cuando se proclama que la cosa está parada, muerta, que no hay animación... pero discrepo de esta opinión: nunca se han hecho tantos modelos de altísima calidad, nunca los modelistas habíamos entrado así en las instituciones y nunca los modelistas habíamos tenido el contacto continuado que ahora tenemos. Solo tenemos que ver los proyectos y modelos que se muestran en los foros y compararlo con lo que veíamos hace unos años para ver a donde hemos llegado.
Tan solo han cambiado cosas, mas concretamente en la vida de los foros; los foros ahora son mas sosegados, mas tranquilos, pero se ven cosas que antes eran impensables. En el camino se han quedado muchas cosas nefastas: las alabanzas sin sentido, las groserías, las broncas, hablar sin saber, las banderías políticas, la vulgaridad etc.. Solo ha quedado el modelismo naval. Todo y todos se han ido poniendo en su lugar y quien dice que el modelismo está muerto porque los foros no son realities, confunde los términos y, normalmente, no es un modelista, es un simple cotilla.
En definitiva, creo que en la presente edición de los 8Sillones podemos pararnos y estar orgullosos de donde estamos, a donde hemos llegado y a lo que tenemos por delante.
Otra cosa es que este año se hayan concluido menos modelos, si analizamos la presente edición, a pesar del monstruoso número de cerca de cuarenta modelos importantes, había pocos nuevos. Tampoco es para alarmarse, un año es poco tiempo para un modelo de calidad y esto va por ciclos.
Otra cuestión que me han planteado muchos participantes de los 8 Sillones es el riesgo de que se desvirtúe el evento. Obviamente este año ha habido novedades, discursos de autoridades militares y de la RLNE, etc...eso era impensable en nuestras primitivas reuniones de la Flor de Asturias, sin embargo, es el peaje del éxito; no os preocupeis, los 8 Sillones se adaptarán pero no cambiarán, seguirá siendo una reunión de invitados en los que se podrá hablar libremente, en la que nadie pagará nada, en la que se votará directa y secretamente el modelo que mas gusta, en la que no habrá jurados que darán el premio al que interese y en la que, en definitiva, los modelos seguirán siendo solo un pretexto (cada vez mas fascinante) para vernos. Los Sillones serán como siempre, se harán en el Museo o nó (me da la sensación de que tenemos Museo para rato), pero eso es un accidente, se han hecho en muchos sitios y así seguiremos. Lo que estamos consiguiendo – todos – es dotar a los eventos de modelismo naval de una respetabilidad y un prestigio que carecían. Aunque oigáis cosas nuevas y cosas raras, no perdáis el rumbo: somos nosotros y nos conocemos todos. Por cierto que este año el premio se ha incrementado con una gorra (aparte del gallardete) no estoy muy seguro que sea conveniente apartarnos de la tradicional austeridad...
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